jueves, 20 de noviembre de 2014

Firma invitada

Por Santiago González



Fecha: 21/11/2014


El gran Parmenio publicó ayer este comentario sobre el tema del día (titular de La Vanguardia “La querella contra Mas aleja la vía del diálogo”). Brillante y preciso, incluso para sus estándares:

Parmenio
La grandeza de Godó se fundamenta en la capacidad de tirar miles de copias de una publicación diaria de ficción.

Hoy se nos explica que cuando la víctima de violencia doméstica va al juzgado cierra las puertas al amor. Eso es así. Y hay que decirlo; si, además, se dice con el gracejo de Juliana, miel sobre orzuelos.

Llevamos cuatro décadas intentando compartir país con el nacionalismo democrático y llevamos cuatro décadas fracasando. Nos empeñamos en renunciar a nuestros valores para intentar hacer más cómoda su vida a quienes no respetan nuestros valores y aspiran a imponer su sentimentalidad xenófoba sobre la construcción de la razón que es el Estado de derecho democrático.

Fracasamos al intentar razonar con el nacionalismo democrático porque el nacionalismo democrático no existe. Hablamos con una pared y tomamos al eco por respuesta. El nacionalismo no es democrático, no puede serlo, porque el supuesto amor por la nación inexistente es un acto sentimental, fuera de la razón y, por lo tanto, ajeno al juego de respeto a la ley, equilibrios y contrapesos que fundamenta el estado democrático.


Santiago Gonzalez (Burgos, 1950)

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