lunes, 4 de julio de 2016

José Luis Corcuera Cuesta

Por Francesco Napoli

4/7/2016

Hace tiempo que los políticos españoles no tienen buena imagen en la sociedad. La cosa tiene su gracia, ya que dichos políticos no proceden de lejanas galaxias, sino que salen de la misma sociedad que los critica.

Dos son las críticas principales que se les hace a los padres de la patria. A saber: utilizan los cargos públicos para engordar sus patrimonios, y carecen de ideas y convicciones a la altura de los problemas del país que en teoría deberían resolver.

Lo primero que habría que puntualizar es que la generalización de estas acusaciones no es ni justa ni razonable. Que cada cual aguante con sus carencias morales o culturales, o bien disfrute de los merecidos reconocimientos.

Escuchando a algunos políticos, discursos huecos, uno se malicia similares oquedades en sus cerebros. Ser original y no decir cual loro, las estupideces que el político de la competencia -incompetencia, por mejor decir- repite a diario, es señal de sensatez. Si además, se ha dedicado buena parte de la vida al estudio y reflexión sobre las materias importantes de la vida, estaremos en el buen camino para ejercer con dignidad ese importante oficio que es el de la política.

"A la política hay que venir aprendido", ha dicho alguno. Y no le falta razón. Nadie en sus cabales, pondría a los mandos de un avión a un aspirante a piloto, para que fuera aprendiendo, antes de asegurarse de que sabe lo necesario para hacerlo. 

Seguramente para ser bueno en algo, debe comenzarse desde abajo. La observación de personas que son ejemplos y referentes en lo que se desea aprender, es asunto principal en lo que comento.

La cosecha de la política actual española da poca cosa. Hay mucha mala hierba, y poco fruto.

Lo paradójico -parajódico diríase- es que algunos de estos políticos mediocres,  creen que se les podría comparar con Wiston Churchill. El esperpento, pues, está servido. A esta hornada de políticos descafeinados, no les adorna la prudencia; y esta es tan necesaria a los necios, que incluso el más imbécil, con ella lo parece menos.

Una de las características más importantes de un político debería ser la de estar arropado por grandes cantidades de sentido común, que a pesar del adjetivo, es el menos común de los sentidos. Ya lo dijo Descartes, y lo dejó por escrito para que no se nos olvidara: "El sentido común es la cosa mejor repartida del mundo, ya que ni siquiera las personas más exigentes desean en esto, más del que ya tienen".

Desde hace unos meses, el que fuera y es, político del Partido Socialista Obrero Español, José Luis Corcuera Cuesta (Pradoluengo, Burgos, 1945), interviene en las tertulias televisivas de 13tv. 

Ministro de Interior en uno de los gobiernos del también socialista Felipe González, entre 1988 y 1993, no parece Corcuera hombre muy dado a retóricas ambiguas. Se le entiende lo que dice, y la verdad, se le agradece esa claridad expositiva. Los años en los que estuvo al frente del Ministerio de Interior, no debieron ser fáciles para el. Los asesinos de la banda terrorista ETA mataron a muchos inocentes en aquellos tiempos de triste recuerdo.

Los mamporros, eso si, dialécticos, que el señor Corcuera propina a algunos zascandiles que dirigen en estos tiempos el PSOE, son de órdago a la grande. Escuchando a este hombre hablar con claridad y sentido común, uno recuerda porqué hace años votaba al Partido Socialista. Y digo votaba, porque desde que llegó Zapatero con sus dislates, y Pedro Sánchez como continuador de despropósitos, me es imposible hacerlo. Entre todos, Zapatero y sus ministras, Pedro Sánchez,... me vacunaron para no votar al PSOE. Algo deberían preguntarse los aludidos, Zp y Pedro Sánchez, para que mucha gente que votábamos al PSOE, ya no nos atrevamos a hacerlo.

El señor Corcuera plantea un cambio de estrategia en su partido. Sobran gentes difusas incapaces para dirigirlo; y se requiere un discurso común en toda España, que haga las ideas del PSOE entendibles en todo el territorio nacional. No es un mal planteamiento, para renovar un partido que ha sido y debería seguir siendo importante en España.

No es cuestión de decir cursilerías, y menos aún escribirlas, pero creo que el señor Corcuera, merecería ser un referente en Partido Socialista. Escuchando a políticos como el, los tiempos de la idiocia en los que vivimos, parecen superables.



José Luis Corcuera Cuesta (Pradoluengo, Burgos, 1945)
Político español, miembro de Partido Socialista Obrero Español,
Ministro de Interior del Gobierno de España, entre 1988 y 1993








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